viernes, 30 de septiembre de 2011

Un placer efímero

El Shamrock Rovers es un equipo entrañable. Pese a tener 110 años de historia y ser el equipo más laureado de su país, Irlanda, es un equipo desconocido por muchos. Tampoco ayuda la poca importancia que tiene la liga local irlandesa en su propio país, donde los aficionados al fútbol -uno de los deportes más seguidos, pero no tan mediáticamente puertas hacia dentro. Se siguen más el fútbol gaélico o el hurling, por ejemplo- prefieren seguir antes a sus equipos de Premier League o al Celtic de Glasgow, equipo por el que (generalmente) los irlandeses sienten afinidad por cuestiones sociopolíticas. Curiosamente, aunque no es pura casualidad, visten una equipación muy similar a la del Celtic de Glasgow. Franjas verdes y blancas que recuerdan al equipo católico de Glasgow.En 1926 se adoptaron los colores del Belfast Celtic, un equipo fundado con los mismos propósitos que el Celtic de Glasgow, pero en Belfast. El equipo norirlandés se fundó en 1891 (tres años más tarde que el escocés), pero desapareció en 1949. Más allá de eso, el Shamrock Rovers también destaca por su emblema, el trébol de cuatro hojas (Shamrock), otra coincidencia más con el equipo escocés.

Sin embargo, poco a poco vamos conociendo más a este equipo dublinés. No sólo son comparaciones y referencias al Celtic de Glasgow (y Belfast Celtic). También destaca por su rendimiento sobre los terrenos de juego. Son el equipo más laureado de una liga que no tiene un dominador claro, la liga de Irlanda. De hecho, Shelbourne, Shamrock Rovers y Bohemian FC, todos de Dublín, son los tres equipos más laureados y, junto a Cork City y Drogheda United, los equipos que se están repartiendo los títulos recientemente. Pero el Shamrock es el equipo de moda (y el más en forma) en Irlanda en los últimos meses.

La pasada temporada, de manera bastante sorprendente, el Shamrock Rovers consiguió ganar un título de liga 16 años después de su decimoquinto campeonato (y más reciente hasta entonces). Este año son segundos, empatados con un Sligo Rovers que está buscando ganar su primer campeonato en los últimos 34 años. Pese a haber jugado un partido menos - como el Derry City, equipo con el que tienen un partido pendiente-, la lucha por la liga en Irlanda es apasionante. A falta de 5 jornadas (6 para Derry City y Shamrock Rovers), hay 5 equipos en 7 puntos de diferencia, estando el cuarto clasificado a sólo 4 puntos de diferencia del líder, el Sligo Rovers. Realmente es una diferencia representa bastante bien lo que es la liga irlandesa, una liga con muchos candidatos de un nivel similar.

El título conseguido por el Shamrock Rovers en 2010 le permitió estar en la temporada europea 2010-11. Tras caer la temporada pasada ante la Juventus en las fases previas de la Europa League, este año tuvo la suerte de empezar en las fases previas de la Champions League. Tras superar la primera ronda ante el Flora Tallinn, no pudo ante el Kobenhavn, equipo que estuvo en los octavos de final de la edición anterior. El 3-0 final en la eliminatoria demostró las diferencias entre ambos conjuntos.
Pero todavía les quedaba la Europa League antes de despedirse de las competiciones europeas. El Partizán no parecía el mejor rival para poder estar en la fase de grupos, pero un gol tardío de McCabe dio esperanzas al equipo irlandés, que no fue capaz de pasar del empate a 1 ante el Partizán de Belgrado, equipo que estuvo en la fase de grupos de la Champions League 2010-11.
En el partido de vuelta, ante la sorpresa de todos, fue capaz de remontarle un 1-0 al Partizán. Primero, forzando la prórroga. Y después, marcando el 1-2 definitivo a pocos minutos del final. Con esa victoria tan sorprendente se clasificaron, por primera vez en su historia, para una fase de grupos de una competición europea.

La suerte no les acompañó en el sorteo de los grupos, que les emparejó con Tottenham Hotspur, PAOK y Rubin Kazán. Son la cenicienta del grupo (y de la competición), el equipo que todos sus rivales querían. Perdieron ante el Rubin por 0-3 en la primera jornada y en la segunda por 3-1 en White Hart Lane ante el Tottenham. Pero lo reseñable, por lo modesto de su club, fue cómo consiguieron aguantar una hora ante el Tottenham en su propia casa. Cómo aguantaron, hasta llegándose a adelantar en el marcador, con algo de fortuna, en el minuto 51. Nueve minutos después, empataría el Tottenham. 14 minutos después del 0-1 de Rlice el partido ya estaría sentenciado con un 3-1 para el Tottenham. Pero esos primeros 50 minutos con empate, esos 9 minutos por delante en el marcador y esa sensación de haber ido ganando en un campo como White Hart Lane ya son mucho para el Shamrock. Posiblemente no consigan sumar ningún punto en esta fase de grupos. Tampoco me sorprendería. Pero con poder haber ido ganando durante 9 minutos en White Hart Lane, creo que muchos aficionados del Shamrock pensarán que ha merecido la pena haber llegado hasta aquí.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Una peculiar diversidad

Ayer en la liga belga, el Beerschot AC (hasta hace poco todavía llamado Germinal Beerschot) estuvo muy cerca de dar la sorpresa en el campo del Anderlecht. Tras empezar perdiendo por 2-0, el Beerschot consiguió empatar el partido en 5 minutos (65 a 70) contra uno de los favoritos al título final en Bélgica. Poco después del el gol del empate de Hernán Losada, el mismo Losada vio la segunda tarjeta amarilla y finalmente su equipo no fue capaz de aguantar el empate. El 3-2 llegó en el minuto 89, obra de Gillet, que marcó su segundo gol en el partido. Pero más allá de la sorpresa momentánea, el Beerschot destaca por otro aspecto: las 18 nacionalidades presentes en una plantilla de 31 jugadores.

Tras ser decimoterceros la pasada temporada, el Beerschot ha pasado un verano bastante agitado, con muchos movimientos de mercado. Se marcharon 19 jugadores -entre ellos destacan Mats Rits (Ajax) o Victor Wanyama (Celtic)- y llegaron 21 jugadores desde lugares tan variados como Reykjavik, Ciudad del Cabo, Tel Aviv, Luxemburgo o Montevideo. Unos más exóticos que otros, pero con ver los antiguos clubs de varios de sus jugadores ya se intuye la variedad de esta plantilla.

Esta temporada, en su plantilla de 31 jugadores dominan los de nacionalidad belga con 12 representantes. Las dos siguientes nacionalidades más representadas en la plantilla son la sudafricana y la israelí con un par de jugadores en la plantilla. Y a partir de aquí ya empieza el baile de nacionalidades hasta llegar a las 18 totales con jugadores de paises tan distintos como Macedonia, Bosnia y Hercegovina, Croacia, Islandia, Zimbabue, Senegal, Paraguay, Uruguay (incluye descendencia alemana por parte de Kagelmacher), Brasil, Argentina, RD Congo, Holanda, Montenegro, Kenia o Finlandia. Esto nos permitió ver ayer, por poner un ejemplo, una alineación con 8 nacionalidades distintas contra un Anderlecht que tampoco se queda atrás (6 nacionalidades distintas en el once titular, 13 en su plantilla). No deja de ser una curiosidad reseñable para un equipo de media tabla que lucha por intentar ser portada cuando puede forzar el empate de uno de los grandes de la liga. Como ya ha hecho esta temporada contra otro de los grandes de Bélgica: el Standard de Lieja.

Precisamente en ese partido disputado el pasado 28 de agosto (1-1), el gol del vigente subcampeón lo marcó un jugador formado en la cantera del Beerschot: Jelle Van Damme. La cantera es otro de los pilares de este equipo que ha sacado varios jugadores de buen nivel recientemente. Pero quizás este detalle pase inadvertido por su acuerdo de colaboración con el Ajax (además de también tener otros con Fulham y Charlton Athletic). Y, aunque quizás no sea un detalle demasiado conocido, Toby Alderweireld, Thomas Vermaelen y Jan Vertonghen se formaron en la cantera del Beerschot antes de marcharse al Ajax cuando todavía eran muy jóvenes. El equipo holandés los captó, igual que a Mats Rits esta temporada o a Jelle Van Damme a sus 19 años, y se los llevó para Amsterdam, donde se acabaron de formar como futbolistas. Uno de los pocos que se salvó de irse al Ajax fue Moussa Dembelé, que también acabó marchándose a Holanda para jugar en el Willem II y posteriormente en el AZ Alkmaar. Sin embargo, el último canterano en salir -junto al ya mencionado Mats Rits- es el portero internacional sub 19 Thomas Kaminski, que está jugando esta temporada en el Oud-Herverlee Leuven. Pese estar jugando en un equipo modesto, el Anderlecht ya tiene cerrado su fichaje de cara a la próxima temporada.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Una vistosidad semidesconocida

Nunca he escondido mi atracción por el fútbol que se juega en Rumanía. En un par de ocasiones (aquí o aquí) ya he expresado mi interés por el fútbol de países menores, a nivel futbolístico, de la Europa del Este. Es cierto que uno ve menos de lo que le gustaría, pero siempre es bueno ver alguno de estos partidos de vez en cuando. Porque las ligas en Rumanía suelen estar muy equilibradas y con varios equipos en los puestos de arriba.

Por eso, cuando se jugó el partido que enfrentaba al Cluj y al Vaslui el pasado lunes, uno se da cuenta de las razones que llevaron al Vaslui a empatar en el campo de la Lazio -pese a perder contra el Cluj por 2-0-. Porque, en líneas generales, el fútbol rumano es muy vistoso. Es atractivo, estimulante. Y con muchos duelos calientes, llenos de rivalidad. Están los 3 grandes de Bucarest (Dinamo, Steaua y Rapid) y luego otros equipos como Vaslui, Cluj, Otelul Galati o Timisoara, descendido por deudas, que han demostrado ser muy competitivos en los últimos años. En el caso del partido del lunes, vimos un par de equipos que proponían buen fútbol. Fútbol vistoso, abierto, sin preocuparse demasiado por la defensa. Buscando la portería contraria. Tendrán sus lagunas tácticas y defensivas, pero el espectador vibra con estos partidos. Al final ganó el Cluj con un gol de penalti y otro en una jugada a balón parado, pero el Vaslui también demostró que es capaz de jugar bien al fútbol. No cualquiera elimina a todo un Sparta de Praga en las rondas previas de la Europa League.

Además, jugándose la final de la Europa League en Bucarest el próximo mes de mayo, Vaslui, Steaua y Rapid de Bucarest tendrán una motivación más para intentar llegar lejos en la segunda competición europea. Tras quedarse muy cerca de la final en la edición 2005-06, la necesidad de mejorar su coeficiente europeo -que ha ido bajando en los últimos años- y el orgullo rumano puede que nos depare alguna sorpresa en Europa protagonizada por algún equipo de este país. Pero si esto no ocurre, muy probablemente disfrutaremos con una liga doméstica muy apretada y con un nivel muy parejo. Sin Torje (ex Dinamo) pero con Deac (Rapid Bucarest), Alexe y Munteanu (Dinamo Bucarest), Bastos (Cluj), Sanmartean y Stanciu (Vaslui) la diversión está más que asegurada. Quizás ahora sólo falta recuperar un buen nivel con la selección nacional.

martes, 13 de septiembre de 2011

Cuestión de flexibilidad

Empezó la Serie A y lo dejó con muchos partidos reseñables: el estreno de la Juventus en su nuevo campo, la puesta en escena de un serio Napoli, los problemas del Milan ante una seria Lazio y las derrotas de Roma e Inter. De los dos últimos partidos hay varios aspectos a destacar, pero hay un denominador común en uno de los problemas de ambos equipos: las dificultades de los jugadores para adaptarse al nuevo esquema del entrenador.

El Inter es el equipo donde más se notó la dificultad de varios jugadores para adaptarse al esquema de Gian Piero Gasperini, el 3-4-3. Gasperini llegó al Inter con la idea de aplicar este esquema, como ya hizo en la Supercoppa contra el Milan. No salió del todo bien y lo repitió en el primer partido de liga. Y vimos a varios jugadores fuera de posición: Zanetti de central, Zárate pegado a la banda derecha (sacrificándose en exceso hasta en defensa) o Forlán en banda izquierda en el once titular para que Diego Milito jugara de delantero centro. A la media hora de juego se marchó Zárate y entró Sneijder para pasar a jugar en la banda izquierda, también fuera de posición. En la segunda mitad hasta entró Obi para jugar de carrilero zurdo, un nuevo jugador que se sacrificó para ocupar un puesto que no era el suyo.

En la Roma, estos cambios se vieron en la zona de ataque y en el estilo de juego del propio equipo. En el 4-3-3 de Luis Enrique, que debería evolucionar a un 4-3-1-2 con Totti/Lamela más retrasado a medio plazo, vimos a Osvaldo y Bojan más pegados a banda. Ya vimos en el Barcelona cómo Bojan se echó a perder entre los pocos minutos que jugó y el hecho de jugarlos pegado en la banda izquierda cuando él es un delantero centro. Se puede adaptar, pero no rinde igual. También vimos que Osvaldo necesita irse mucho más al centro para aprovechar su capacidad para crear sus propias ocasiones y rematar lo que le llegue, pero siempre partía desde la banda izquierda. Todo ello para que Totti pudiera jugar de delantero centro, de falso nueve, moviéndose con más libertad y bajando a recibir. La Roma dejó destellos durante el partido, pero dio la sensación de que varios jugadores estaban incómodos por la posición que ocupaban en el terreno de juego.

También vimos el pasado domingo a una Roma incapaz de sacar el balón jugado en varias ocasiones, necesitando el balonazo en largo buscando a Totti o Osvaldo. Hay jugadores para jugar bien en el centro del campo, para tocar el balón, pero ni Burdisso ni Heinze son precisamente dos centrales rápidos para jugar adelantados ni de mucho nivel para sacar el balón jugado con pulcritud. Ahí vimos un punto débil que Luis Enrique deberá trabajar para que el equipo pueda adaptarse a su ideología de juego.

Vimos que, de momento, ni Luis Enrique ni Gasperini han sido capaces de adaptar a sus jugadores a su esquema o a su propio estilo de juego. Acaban de empezar, pero tienen un año difícil por delante ante la corta (y tradicional) paciencia de los directivos italianos, además de dos aficiones exigentes. Quizás deberían buscar adaptarse al estilo que mejor encaje con los jugadores disponibles, sobre todo Gasperini. El entrenador del Inter, pudiendo plantear un 4-3-1-2 con Zanetti en el centro del campo, Sneijder en la media punta y Forlán y Milito arriba (o Zárate) prefirió jugar con los mismos jugadores en posiciones totalmente distintas. Quizás sus jugadores acaben asimilando su esquema y sus nuevos conceptos. Pero, de momento, paciencia. Pero claro está, sobre todo en el caso de Gasperini, que se podría sacar un mejor rendimiento de su plantilla. Tendrán que trabajar bajo mucha presión y mejorar su rendimiento. El inicio no ha sido bueno, pero las derrotas no fueron causadas únicamente porque había varios jugadores fuera de posición. Aunque tampoco estaría mal ver algo más de flexibilidad en ambos entrenadores.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Campeones de UEFA, rivales de Champions

Para empezar a hablar un poco de la nueva edición de la Champions League y de los grupos que nos deparó el sorteo del pasado mes de agosto, quiero centrarme en un grupo que me llama bastante la atención. De la segunda mitad, junto al grupo E (Valencia, Chelsea, B. Leverkusen y Genk) y el grupo F (Arsenal, O. Marsella, Olympiakos y B. Dortmund), me llama muchísimo la atención el grupo G. El grupo formado por FC Porto, Shakhtar Donetsk, Zenit de San Petersburgo y APOEL.

Y me llama poderosamente la atención porque este grupo ha querido enfrentar a tres de los últimos cuatro campeones de la segunda competición europea: antes la UEFA, ahora la Europa League. Más allá del APOEL -equipo que dará guerra en casa en su segunda participación en la competición. En 2009 ya estuvo en un grupo con Porto y con el Atlético de Madrid, a la postre campeón de la Europa League de esa temporada, el cuarto campeón que nos falta, ambos campeones, el primero en 2011 y el segundo en 2010- los tres equipos restantes reúnen tres plantillas realmente estimulantes y competitivas, de un nivel bastante similar.

Empecemos por el campeón más reciente y también cabeza de grupo. El Porto, pese a haber perdido a Falcao, es el mismo equipo que el año pasado. El bloque es el mismo y las sensaciones son parecidas. Kleber no convence tanto como Falcao de delantero centro, pero también han llegado refuerzos interesantes como Iturbe o Defour, además de Danilo, que se incorporará en enero. Es una plantilla altamente competitiva que si rinde como el año pasado puede aspirar a llegar bastante lejos. El año pasado cuajaron una excelente actuación que les llevó hacia el título de la Europa League. Veremos si este año pueden soñar con repetir título europeo, pero con la hermana mayor, la Champions.

El Shakhtar, por su parte, cuajó su mejor actuación en Champions la pasada temporada. Primeros de grupo por delante de Arsenal y Sporting de Braga (a la postre finalista de la Europa League contra el Porto, ¡qué casualidad!) demostró que tiene equipo para llegar lejos, como hizo el año pasado (llegó a cuartos de final, cayó contra el Barcelona). Ahora se han sumado más brasileños al proyecto, como Alan Patrick o Dentinho, para seguir aportando calidad a este equipo tan estimulante. Plantean un juego atractivo, rápido y combinativo que ya les llevó a ganar la Europa League (entonces todavía llamada UEFA Cup) en el año 2009 contra el Werder Bremen de Diego Ribas, que no pudo jugar la final por sanción (Actual jugador del Atlético de Madrid, otra vez vuelve a salir el campeón restante, el de 2010.).

Finalmente, el Zenit de San Petersburgo también luchará la clasificación. Campeones en 2008, devolvieron la UEFA a Rusia tras el triunfo del CSKA en 2005 ante el Sporting de Portugal. Sorprendieron en 2008 ganando el torneo y en 2009 no cuajaron una actuación especialmente destacada en la Champions League. Pero se han reforzado y, con dinero, han llegado jugadores con bastante nombre en Europa como Criscito o Bruno Alves y varios jugadores destacados en Rusia como Semak, Bystrov o Bukharov. Es una plantilla competitiva, que actualmente lidera la Premier League Rusa, y dará mucha guerra en este grupo. No pasar a octavos de final sería una decepción enorme para el conjunto ruso, pero la eliminación (siempre que sea como tercera de grupo) les brindaría una buena oportunidad de repetir título en la Europa League.

Son tres equipos de ligas menores, menos conocidas, como Portugal, Ucrania y Rusia. Pero ligas competitivas. Fueron campeones con cierta autoridad y están demostrando recientemente en Europa su buen nivel. La Champions League es un salto de calidad que no va a ser demasiado grande para estos tres equipos, ya acostumbrados a partidos de nivel en Europa o incluso en su propia liga. Y a partir de ese martes van a hacer todo lo posible para estar en octavos de final en uno de los grupos más igualados de esta primera fase. Porque no llama la misma atención que el grupo A (B. Munich, Villarreal, Manchester City y Napoli), pero sigue siendo un duelo a tres muy equilibrado.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Reinventarse para seguir compitiendo

Ya he hablado alguna vez del Udinese en Ojeador Internacional. Hablé de su atractiva propuesta, de su buen fútbol y de lo entretenidos que son sus partidos. De que había empezado una buena racha que posteriormente le catapultaría hacia las posiciones de Champions e hizo que se soñara en la liga durante algunas jornadas. Finalmente no aguantó ese ritmo tan alto y no pudo competir por el titulo, aunque acabó en el cuarto puesto. Fue eliminado por el Arsenal en la fase previa de la Champions y ha caído en un complicado grupo en la Europa League (Atético, Rennes y Celtic de Glasgow). Y se prepara para empezar una Serie A que se presenta emocionante.

Este pasado verano el Udinese perdió varias piezas importantes. Se marchó Alexis Sánchez al FC Barcelona, Zapata al Villarreal e Inler al Napoli. Con estas dos ventas (sin sumarles los traspasos definitivos de Pepe y Motta a la Juventus) el Udinese ha ganado 52 millones y medio de euros. Viendo que Zapata llegó por 500.000 € en 2005, Alexis fue captado tras pagar 3 millones de euros en 2006 e Inler costó 1 millón de euros, el negocio fue perfecto para el Udinese. 4 millones y medio de gasto (sin contar sueldos). Si restamos, obtenemos 48 millones de beneficios entre estos tres jugadores además de un buen rendimiento a nivel deportivo en sus años en el club.

Esto es el Udinese. Un equipo que se reinventa temporada tras temporada. Tiene una extensa red de ojeadores por el mundo, especialmente en Sudamérica, y ficha talento joven y barato. Cede a sus jugadores para que maduren, para que crezcan - como Alexis Sánchez a Colo-Colo y a River Plate- y posteriormente se los quedan cuando están listos para jugar en la Serie A si alguien no ha pagado antes por ellos. Manejan a muchos nombres y hay algunos jugadores que no tiene sitio, como Candreva, y algunos que o no funcionan o tardan mucho en explotar. Hay aciertos y fallos. Pero más éxitos que fracasos.

Hoy empieza la Serie A y el domingo debuta el Udinese en el campo del Lecce. Puede que parezca un equipo peor que la temporada pasada. Posiblemente lo sea, pero se ha reforzado para seguir compitiendo. Tras esas tres bajas importantes el Udinese ha seguido fichando y reabasteciéndose. Sigue reinventándose y para ello ha traído a jugadores como Fabbrini, Torje y Barreto -posibles sustitutos de Alexis a medio plazo, aunque el primero es más mediapunta y el segundo más jugador de banda, Barreto es más delantero centro-, están Neuton, Danilo Larangera y un jugador casi inédito la temporada pasada como es Ekstrand para sustituir a Zapata. También está Agyemang-Badu, cada vez con más protagonismo, para intentarse hacer con el puesto que deja Inler, pese a ser un perfil de jugador distinto. Si el ghanés no cumple, estarán los nuevos Doubai, Berisha o Sissoko para intentar ganarle el sitio en el once titular.

Seguramente todos estos nuevos jugadores serán vendidos a altos precios en un par de años. Quizás en tres o cuatro temporadas. Pero progresarán, se harán un nombre en el Friuli y luego se irán a un equipo más grande. Y llegarán refuerzos al Udinese para sustituirles. Ahora mismo hay 20 jugadores cedidos - y más 12 jugadores en copropiedad con otros equipos- esperando su oportunidad. Esperando la siguiente venta (seguramente de Armero o Isla) para intentar tener una oportunidad. Además de sus 5 jugadores que están en el Granada, caso distinto. Pero también hay que tener en cuenta que todavía quedan todos los que ya llevan varios años en el equipo como el caso del eterno Di Natale, el portero esloveno Samir Handanovic, el centrocampista africano Asamoah o el central Benatia. Se mantiene la base, pese a perder a tres de sus pilares, y siguen llegando nuevas capas de pintura para reforzar el equipo e intentarlo hacer más atractivo. El Udinese pinta bien y esta temporada va a competir a un buen nivel en la Serie A. Aunque si vuelve a quedar cuarto este año no entraría en la Champions League...Enlace

martes, 6 de septiembre de 2011

El gran éxodo belga

La Jupiler Pro League 2010-11 fue una de las ediciones de la liga belga más apretadas que recuerdo junto a la edición 2008-09, que se tuvo que resolver en un play-off entre Standard y Anderlecht. Con el sistema tan extraño de los últimos años, la liga se decidió en un último partido dramático entre Genk y Standard de Lieja, que llegaron separados únicamente por medio punto tras un gran tramo final de los de Lieja. Finalmente ambos equipos empataron y el Genk se proclamó campeón de liga.

Tras esa temporada tan emocionante, muchos equipos se han fijado en los mejores jugadores de Bélgica. El fútbol belga está sacando a jugadores de calidad con mucho potencial, muchos de ellos ya fuera de la Jupiler League. Sería el caso de gente como Hazard, Fellaini, Alderweireld, Vermaelen, Vertonghen o Mertens. Y este año todavía se han marchado más jugadores importantes de la liga, tanto seleccionables por la selección belga como extranjeros.

La peor parte le ha tocado al Standard de Lieja, que se ha quedado sin ninguno de sus jugadores más destacados. Se han marchado Witsel y Defour, dos de los jugadores más representativos, más emblemáticos del equipo en los últimos años. Llevan sonando varias temporadas por muchos equipos y, finalmente, se han marchado esta temporada a la liga portugesa, a Benfica y Porto respectivamente. Al Porto, con Defour, también se ha ido el central Mangala. Para acabar de completar el éxodo de jugadores del Standard, se marchó Carcela-González al Anzhi ruso.

En el Anderlecht no están mucho más contentos. Tras la marcha de Boussoufa en el mercado de invierno, que afectó muy negativamente el rendimiento del equipo, ahora es Lukaku es el que se marcha. El joven delantero belga, de sólo 18 años, se ha marchado al Chelsea, equipo donde juega su máximo referente: Didier Drogba. Además también se ha marchado Legear, en este caso a Rusia -como Carcela-González- pero a otro equipo, al Terek Grozni.

El Genk, el campeón, tampoco ha conseguido retener a todos sus jugadores claves. A retenido a Kevin de Bruyne, pero se marchó Courtois-también al Chelsea, como Lukaku-. Este jovencísimo portero fue una de las claves del título del año pasado. Su teórico sustituto, Casteels, también se ha marchado, pero a Alemania, al Hoffenheim.

Finalmente, el pichichi de la liga también ha sido cazado por un grande club europeo. Perisic, jugador croata de 22 años, se ha ido al Borussia Dortmund. Tras marcar 22 goles con el Brujas, su actuación no ha pasado desapercibida y es otro de los mejores jugadores de la Jupiler Pro League que se ha marchado a una liga mejor. Progresará en Alemania pese a la dura competencia que se encontrará en el Dortmund.

Con la marcha de jugadores tan importantes, la liga belga queda muy tocada de cara a la temporada 2011-12. Han llegado algunos jugadores interesantes de otras ligas como Vleminckx, Víctor Vázquez, Guillermo Molins, Sandomierski o Vainqueur. Y viejos conocidos como Jovanovic o Mbokani. Se tienen que ir regenerando y, junto a los jóvenes que saldrán de las buenas canteras belgas, la liga belga va a ir volviendo a su buen nivel. Pero no será fácil.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Una tarde con los Reserves

Tras ver como el estadio del Watford estaba demasiado lejos como para llegar a tiempo para ver el partido de Inglaterra sub 21, miras con desgana y esperando un milagro qué partidos de fútbol se juegan en Londres esa semana. Ves pequeños partidos de la League Cup, de la Conference National y Football League Trophy. Ves que juegan Fulham y Chelsea en casa un día que te viene bien. El Fulham juega lejos, en Motspur Park. Y el Chelsea juega en Stamford Bridge, el campo más cercano al hotel.

Se acerca la hora del partido y vas justo de tiempo, quizás más justo de lo que pensabas. Tienes una idea aproximada de dónde está el campo, pero todavía tienes que comprar las entradas y quieres llegar a tiempo. Es un Chelsea-Blackburn, de la liga de reservas y prácticamente no conoces a nadie. Sabes que no reconocerás a nadie en el campo -quizás a Chalobah, si es que juega- y temes que si llegas tarde no te vas a entrar de quién juega para cada equipo.

Llegas muy justo y pierdes más tiempo del que tenías previsto para encontrar la taquilla y comprar las entradas. Llegas al campo y te sientas, intentando escuchar las conversaciones de la gente que tienes cerca para ver si conoces a alguien. Ves que hay un zurdito en el centro del campo del Blackburn y durante 80 minutos piensas que es O'Sullivan, jugador de Irlanda en el pasado Europeo sub 19. Ves la pareja de centrales del Chelsea y te parece que el 3 tiene un aire muy a Terry y el 4 a Phil Jones. Inicialmente ves al 3, el capitán, gritar mucho y dirigir la defensa y al 4 haciendo las acciones más destacadas. Pero ninguno destaca tanto como el lateral zurdo, el número 5, que sube tanto por la banda que obliga al número 11 (extremo zurdo) a meterse por dentro para tocar y mover el balón. Ambos jugadores se complementan bien y son de lo más destacado de la primera mitad. Profudo, el lateral zurdo es uno de los jugadores que crea más peligro.

En el centro del campo están el número 6, el 8 y el 10. El 6 es un mediocentro más defensivo, posicional, aunque a veces se suma al ataque y el 8 o el 10 se quedan más atrás. El 10 es bastante fino, deja algunos pases con su zurda. Pero el bueno es el número 8, ese jugador que te va maravillando poco a poco. Puede parecer discretito al inicio, pero cada balón que toca te hace ver que es un gran jugador. Mueve el balón rápido, en pocos toques. Lo mueve haciendo la mitad de toques que el número 6, centrocampista que a medida que avanza el partido te empieza a desesperar. Y lo mueve con más ritmo y velocidad (y menos pausa) que el 10, interviene más en el juego y es más trascendente que ambos centrocampistas. Precisamente es el 8 el que marca el primer gol del partido. Primero, genial balón largo del central diestro, el número 3 y el que mejor mueve el balón. La baja magníficamente el número 8, que supera al portero con facilidad tras un gran control. Fallan los centrales del Blackburn, pero el control es magnífico. El gol es en la portería más lejana, pero suficentemente cerca para apreciar ese gesto técnico que no está a la altura de muy pocos en el partido. Y el número 8 del Chelsea es uno de ellos.

Del Blackburn, poco se vio en la primera mitad. El Chelsea fue muy superior, pero el 9 vistante, el delantero centro, daba guerra a la pareja de centrales. Pero estaba muy solo y los dos centrales estaban muy encima suyo. Pero cuando podía, bajaba el balón y la devolvía. El número 10 movía bien el balón, pero estaba muy retrasado y se ofrecía poco. El Blackburn tampoco tenía el balón y no parecía un gran equipo, igual que la primera plantilla. El 8 del Chelsea dominaba el partido y movía a su equipo y luego estaban el número 11 junto al 5 como buenos recursos del equipo local. Pero un desacertado número 9 no metía los goles y el resultado todavía era de 1-0.

Sin embargo, en la segunda mitad se vio una mejor versión del Blackburn. El Chelsea empezó fuerte y ves que disparan al poste. Pero luego empiezas a ver al 11 encarar por la banda y al 4 tocar el balón. Te das cuenta que el número 4 del Blackburn es bueno, básicamente porque parece el único capaz de filtrar pases entre líneas. Ahora ya no está el número 9, pero el fútbol de los visitantes mejora y se empiezan a sentir más cómodos en Stamford Bridge. Empiezan a mover el balón, el 11 encara cada vez mejor y el lateral zurdo, el número 3, se suma al ataque con él, doblándole. De golpe, el 4 suelta un magnífico pase entre líneas para que el 11 centre y el 7 remate a bocajarro. Igual que el control del número 8 en el gol del Chelsea, ese pase está al alcance de muy pocos en ese equipo. Y, pese a que aparezca poco, ves que ese 4 deja detalles muy interesantes. Con el empate, el Chelsea vuelve a empujar buscando el segundo gol.

Y ahí empiezas a ver cositas en el número 5, el central diestro. Piensas que quizás sea O'Connor, de Irlanda sub 19, pero no estás seguro. Posteriormente verificarás los dorsales y verás que estabas en lo cierto sobre el número 5, pero no sobre el número 10, que no era O'Sullivan. De todos modos, ves que O'Connor saca bien el balón, pese a ser bastante pesado no le ganan demasiado la espalda, aunque alguna vez sí. Pero es sólido y contundente y, sin duda, lo mejor de la zaga de su equipo.

Al final el partido acaba en empate 1 y la afición se marcha un tanto decepcionada tras el buen partido de su equipo. Había más gente de lo que uno se podía llegar a imaginar. De todos modos, tan sólo con ver jugar al número 8 uno ya se va contento. Un par de días después completarás tu parte de visita más futbolística con una visita a Wembley y ya revisarás las alineaciones cuando llegues a casa.

Quizás por eso, te quedas un poco indiferente cuando lees en los periódicos que Van Aanholt se ha marchado al Wigan. Pero luego, cuando llegas a casa y encuentras las alineaciones, descubres varias cosas interesantes. En el Blackburn descubres que el 9 era Nick Blackman, que el 10 era Josh Morris (y no O'Sullivan) que efectivamente el 5 era O'Connor y el lateral zurdo Adam Henley, de sólo 17 años. Descubres a Zac Aley (el número 11) y que el central zurdo era el español Hugo Fernández Molina, no demasiado acertado (dorsal 6, ex del Cornellà).
Luego miras los locales y ves que viste jugar a Turnbull en la portería. Descubres que viste el último partido del número 5 esta temporada con los reservas, porque ese chico es Van Aanholt. Ves que los centrales son Sam Hutchinson (número 3) y Carl Magnay (número 4). Ves que Saville (número 10) no tiene mala pinta y que te suena haber visto su nombre antes. También que el número 11 es Aliu Djaló y el desacertado 9 es Mitrovic. Y finalmente -o lo primero que ves, ya no lo recuerdo- es que el magnífico 8 es Jacob Mellis. No te suena su nombre, pero descubres que debutó el año pasado con el primer equipo en Champions League, contra el Zilina. Ese día sustituyó a McEachran, dos años menor que él. Y piensas lo que podría ser el Chelsea con ellos dos juntos en un campo dentro de unos años.