jueves, 28 de febrero de 2013

La nueva posición de Wiljan Pluim

Mide metro noventa, es delgado y por sus larguísimas piernas puede parecer torpe. Y de hecho, no es precisamente un prodigio técnico. Hace poco más de un mes jugó de delantero centro ante el PSV Eindhoven y fue el mejor del partido porque aguantó el balón como nadie y lo soltó en el momento preciso para dárselo a los compañeros que llegaban desde atrás. Sin embargo, desde entonces está jugando en una posición muy diferente. Ya van varios partidos en los que Wiljan Pluim está siendo el mediocentro del PEC Zwolle. Y también uno de los mejores.

El buen rendimiento de Avdic, un delantero centro sueco más alto y fuerte que Pluim, quizás sea el motivo que ha provocado este cambio junto a la marcha de van der Berg en el mercado invernal. Ante la baja del mediocentro titular en la primera vuelta había que encontrar un recambio y Art Langeler se inventó una solución: retrasó a Pluim al centro del campo y, flanqueado por Drost, Slot o Klich, simplemente tenía que aguantar la posición.

En el último mes Pluim ha demostrado que sabe hacer bastantes cosas. Y que las sabe hacer bien. Parece torpe, pero sabe usar su cuerpo para proteger el balón ante la presión rival, virtud que le convierte en un futbolista especialmente útil a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, es muy difícil robarle un balón. Además, lee correctamente el juego bajo presión y suele encontrar a un compañero libre a pesar de sus limitaciones. Por lo tanto, suma con el balón. Y sin él también, pues intercepta pases gracias a sus largas piernas y está atento para ayudar a sus compañeros. 

Pluim hace de ancla y los demás se mueven y juegan a su alrededor. Se ha adaptado muy bien a esta nueva posición y está ejerciendo de mediocentro a la perfección. Aun así, para mí siempre seguirá siendo ese delantero que desquició al PSV en el Philips Stadion. Un delantero que ahora ejerce de mediocentro. Por esta razón sus actuaciones no dejan de sorprenderme.

viernes, 15 de febrero de 2013

Vénissieux, la enésima historia de la Coupe

Vénissieux es una comuna francesa, lo que sería el equivalente del municipio, donde viven cerca de 60.000 personas. Forma parte del área metropolitana de Lyon, ciudad con la que está conectada a través de una línea de metro. A diferencia de la urbe vecina, mucho más grande, poblada y potente en el ámbito futbolístico, Vénissieux ha logrado clasificar a su equipo de fútbol para los octavos de final de la Coupe de France. Su rival será el Nancy, colista de la Ligue 1, que sólo ha ganado 3 partidos de liga esta temporada. Sin embargo, dos de sus victorias han llegado en el último mes y ahora están más cerca de la salvación, que a día de hoy marca el Evian Thonon Gaillard. Precisamente el filial de este equipo juega en la misma categoría que el Vénisseax: la quinta división francesa.

Sin embargo, Vénissieux es una ciudad de fútbol. El AS Minguettes puede presumir de haber sigo una etapa más en la formación de futbolistas como Luis Fernández o Jospeh-Désiré Job, internacional con Camerún en más de 50 ocasiones. Además, en este municipio nacieron futbolistas que acabaron nutriendo al fútbol base del Olympique Lyonnais como Ludovic Giuly, el internacional francés en casi todas las categorías inferiores Enzo Reale (ahora en el Lorient) o Maxime Gonalons, actual capitán del conjunto de Rémi Garde a sus 23 años.

De hecho, el padre de Enzo Reale, Alain, fue presidente del club durante 12 años, entre 1997 y 2009. En su etapa como máximo representante del AS Minguettes Vénissieux, este modesto equipo logró ascender por primera vez a la CFA2 (quinta división) e incluso subió a la CFA (cuarta categoría), donde se mantuvo durante dos temporadas. Desde entonces han jugado siempre en el quinto peldaño del fútbol francés. Reale abandonó la presidencia en 2009 y pasó a un segundo plano dentro del club, ya que ahora ejerce de tesorero, mientras que el argelino Ahmed Zouak fue quien ocupó su anterior puesto. La apuesta de la nueva directiva es conseguir mantener vivo al club a través de la cantera y de sus jóvenes futbolistas, ya que de allí han salido jugadores de cierto nivel.

Pero el motivo de redacción de este texto no es la política por la que opta el actual presidente del AS Minguettes Vénissieux, sino su actual aventura en la Coupe de France. Una vez terminado el sueño del AFL Mende, este equipo vecino del Olympique Lyonnais es el club de menor categoría que sigue vivo en la competición copera. Su camino ha sido relativamente fácil, ya que no han tenido que enfrentarse a ningún club que jugase en Primera o Segunda, pero allí están, haciendo historia y con una oportunidad magnífica para meterse en los cuartos de final. Difícilmente volverán a estar en una situación tan buena en los últimos años y el estado de forma del Nancy, a pesar de haber mejorado, da pie a los más optimistas.

La web oficial del club, a menudo reflejo de cómo reacciona el equipo cuando está haciendo historia, tampoco está especialmente cuidada ni aprovechando la oportunidad. La penúltima galería de fotos corresponde a una visita de Zidane a los equipos sub 15 y sub 17 en 2010, y apenas hay unas pocas noticias de los partidos de Coupe previos al encuentro del próximo miércoles 27. Apenas unas diez líneas a modo de previa de los dieciseisavos de final ante el Le-Poiré-sur-Vie y menor extensión todavía para la "crónica" de dicho partido.

Por lo tanto, es bastante complicado conocer su plantilla o calendario a través de su portal, pero si algo llama la atención es el apartado de encuestas. Según la web, el 67% de los aficionados creen que el equipo se clasificará para los octavos de final... pero con una muestra formada por tres votantes. Aun así, el próximo miércoles 27 serán unos cuantos más en el Matmut Stadium, habitualmente hogar de los partidos de rugby del equipo universitario de Lyon. En ese estadio caben 8.000 personas, más las que viven en Raon-l'Étape, el municipio de menor tamaño que sigue teniendo a un representante en la Coupe. Menos de 7.000 habitantes, según el censo de 2006, que soñarán con eliminar al Girondins Bordeaux. Pero ésta es otra historia. Una de las muchas que siempre deja la Coupe de France.

miércoles, 13 de febrero de 2013

La prueba que faltaba

Los conocíamos bastante bien, pero no quedaba claro su potencial real. Sabíamos de la calidad de sus futbolistas, pero apenas los habíamos visto exigidos en una gran noche, una de las de verdad, una de esas noches que a menudo marcan un antes y un después en un equipo. El actual Paris Saint-Germain es muy diferente de ese bloque al que se le escapó el título de la Ligue 1 hace unos cuantos meses. Y esta noche, en Mestalla, en una eliminatoria de Champions, ha confirmado las sospechas de los más optimistas.

Se podía intuir cuando cerró la fase de grupos recibiendo al Porto, en el partido que definiría el primer puesto del grupo A. Si bien es cierto que ambos equipos estaban clasificados, el PSG demostró su solidez y oficio ante un rival que siempre resulta incómodo. Entonces el 4-4-2 de Ancelotti en el equipo parisino no estaba tan trabajado ni consolidado, pero sirvió para ganar y conseguir la primera plaza del grupo. El rendimiento mostrado en ese partido por parte del conjunto francés fue bastante superior al del encuentro que enfrentó a ambos equipos un par de meses antes. Poco a poco las piezas de Ancelotti empezaban a encajar.

Luego pasaron las Navidades y, como siempre, llegó febrero y con él la Champions League. Era la hora de las eliminatorias y el PSG las recibía con un equipo que mezclaba jugadores veteranos y curtidos en multitud de batallas con noveles en partidos de máxima tensión europea. Sin embargo, su primera mitad en Mestalla va más allá de la experiencia de sus futbolistas o la calidad técnica de los mismos, ya que han demostrado que este equipo ya está hecho y definido a falta de pequeños matices. Sin Thiago Silva ni Motta, que apuntaba a titular, el PSG impuso su fútbol en Valencia, con un juego sobrio, serio y especialmente eficaz. Lo hizo con un 4-4-2 con Verratti protegido por Matuidi, omnipresente en el robo, y con Pastore y Lucas Moura como jugadores de banda, implicados ambos tanto en el trabajo defensivo como en el despliegue ofensivo. Además de contar con Lavezzi e Ibrahimovic, bastante acertados en ataque, a pesar del lunar que supone la expulsión del sueco en el tiempo de descuento.

Pero si algo resulta especialmente llamativo es el partido del brasileño Lucas Moura, de 20 años, jugador con el que van a tener pesadillas los futbolistas valencianistas durante varias noches. Además de ayudar al lateral de su banda, Jallet, sus carreras fueron imparables para el rival. Una vez arrancaba, por muy atrás que iniciara la galopada, nadie le podía atrapar. Y si salía algún jugador para cortarle el paso, él soltaba el balón o lo regateaba. Duró 52 minutos en el campo, pero ya ha superado mis expectativas y me ha dejado con ganas de volverlo a ver en un partido de esta exigencia o incluso mayor.

Lo mismo ocurre con este PSG, un equipo cada vez más maduro. A pesar del marcador de 1-2 -al final algo corto por las ocasiones del equipo francés, pese a la mejoría del Valencia en el segundo tiempo- han jugado a un gran nivel, especialmente en la primera parte. Y apetece seguirlos viendo en partidos que estimulen a sus mejores jugadores, porque si confirman el pase a los cuartos de final pueden ganar a cualquiera.

domingo, 10 de febrero de 2013

Una jornada en Breda

Hierbij ontvangt u de door u via Internet bestelde kaart(en) voor de wedstrijd NAC Breda - PEC Zwolle. Wij wensen u alvast een prettige wedstrijd!

Breda es una ciudad muy simpática. Sus casi 180.000 habitantes ya estaban celebrando el Carnaval el pasado sábado y, entre otras cosas, se veían personas disfrazadas entre las viejas casas del centro histórico, con guías turísticos vestidos con llamativos trajes que combinaban el naranja y el rojo representativos de la ciudad, junto a banderas de los mismos colores. Aun así, en la ciudad también se veía escondida alguna bufanda blanquiazul entre la ropa de abrigo. Además, como turistas, se agradecían detalles como la entrada gratuita a la Grote Kerk, sólo en estas fechas, que suponía un buen modo para hacer tiempo para el partido que se disputaba unas horas más tarde. Tamaño mediano, bastante población pero suficiente como para no resultar agobiante, negocios de distintos tipos, lugares para comer... en definitiva, un buen sitio para pasar un día entero. Poco importaba que fuera la segunda opción y que unas horas más tarde el Feijenoord visitara Tilburg, situada a pocos kilómetros de allí.

Sólo con su recepción Breda ya nos hizo olvidar lo que no íbamos a ver, ya no pensábamos en Clasie, Trindade de Vilhena o Graziano Pellè, sino en ver si el PEC Zwolle podía jugar a un nivel similar al de su visita a Eindhoven o observar con curiosidad al NAC para ver de qué armas disponía. Breda enamora con su primer contacto, prácticamente al bajar de la estación. Más allá de su enorme aparcamiento de bicicletas, algo común en los Países Bajos, hay imágenes que no dejan a uno indiferente. Avanzar entre las primeras calles de la ciudad y encontrarse con una "A" gigante como la de la foto inferior le saca la sonrisa a cualquiera. Lástima que no nos topáramos con una "B" cerca del NAC Stadion, llamado oficialmente Rat Verlegh en honor al mejor jugador de la historia del club, uno de los miembros del equipo campeón en 1921.

Una "A" a modo de Google Maps nos recibía nada más entrar en Breda
Tras el paseo de rigor por las calles más céntricas y con la mente puesta durante un rato en una ciudad cuyo nombre pudiese haber adoptado un club de un país bastante lejano, se iba acercando la hora del partido. Una de las incógnitas era ver si el estadio estaría repleto de aficionados disfrazados del mismo modo que los bredase que paseaban por la ciudad durante la tarde. Eso no ocurrió, ya que sustituyeron las bufandas de carnaval por las amarillas de su equipo. Algunos aficionados también hacían cola en la tienda oficial del club cerca de una hora antes del partido para comprar la suya junto a un par de extranjeros que querían otra de recuerdo, protección contra el frío y camuflaje en la grada. La cola, dentro de un local pequeño, organizado de manera muy poco eficiente y totalmente desbordado, con sólo una caja registradora, hizo que llegásemos a nuestras posiciones con el partido ya empezado, aunque sólo fueran dos minutos de retraso, y sin conocer las alineaciones. Aunque lo que más lamentamos fue perdernos el momento en que se lanzaron las tiras de papel amarillo, de un modo similar a la de los campos argentinos. También nos sorprendió la grada elevada y el bar que había debajo, con un par de pantallas que emitían el partido para que nadie se perdiera ningún detalle durante su transcurso si bajaba a comprar algo, principalmente patatas, un bocata o alguna cerveza.

Y el partido fue un buen reflejo de lo que es la Eredivisie, aunque la primera parte no fue especialmente vistosa por las limitaciones técnicas de ambos equipos. Además, Danny Verbeek, uno de los jugadores a los que más me apetecía ver, se lesionó en uno de los primeros lances del juego. Dominó el PEC Zwolle con un fútbol algo rígido, pero prudente. Toque corto y sin demasiado riesgo para ir metiendo al equipo local en su campo e ir ganando confianza. El NAC intentaba salir a la contra, pero le costaba horrores recuperar el balón y enlazar tres o cuatro pases seguidos. Los centrocampistas no se podían asociar y los delanteros estaban muy lejos, aunque en algunos tramos conseguían responder al dominio de los visitantes. El 4-3-3 local era contrarrestado por un Zwolle en el que Pluim, delantero centro ante el PSV, jugó en la posición más retrasada del centro del campo, ejerciendo de ancla para que Drost pudiese soltarse en ataque. Benson estuvo bastante bien partiendo desde la media punta y Avdic jugó una gran primera mitad, apoyando el juego de su equipo con notables toques de espaldas a la portería contraria. En los primeros 45 minutos siempre se impuso al defensor que le perseguía.

El Zwolle fue superior en la primera mitad, pero una jugada lo cambió todo poco antes del descanso. Pérdida ridícula del portero ante la presión de Lurling y el disparo del jugador del NAC es detenido por el brazo de Broerse, que fue expulsado. Penalti y 1-0. Empezaba el espectáculo de Lurling y el festejo del graderío del NAC Stadion.

Primera jugada de la segunda parte, saca el NAC Breda y a los 35 segundos marca el 2-0. Vaselina de calidad del veterano Lurling que parece que se va fuera pero que acaba golpeando en el larguero. El balón le cae a Nemanja Gudelj, que lo empuja para anotar el segundo. No hay que investigar demasiado para saber que Nemanja es uno de los favoritos de la afición. Su foto estaba enmarcada y puesta a la venta en la tienda oficial del club y los aplausos y cánticos de la afición parecen ser algo habitual para él. Si no hiciera tanto frío incluso apostaría a que su camiseta es una de las más populares. Además, él es canterano del club y su padre Nebojsa es el entrenador desde hace poco tiempo. Nebojsa Gudelj ya jugó en el NAC (1997-2005) después de haber pasado por el Logroñés y Leganés. Unos ocho años y casi 250 partidos con el club al que ahora entrena y donde está sacando buenos resultados.

Con el 2-0 y el rival con un hombre menos, la segunda parte fue muy cómoda para el NAC. El calor del público se manifestaba a través de cánticos y saltos que se concentraban en la grada donde atacaba el equipo en la segunda mitad, la de los seguidores más fieles, que vivieron el partido entero de pie. Tampoco faltó la ola, que dio un par de vueltas al estadio. Aunque quizás la anécdota del partido sucedió cuando un disparo se marchó muy alto y el balón cayó en las manos de la afición del sector mencionado anteriormente. La pelota no fue devuelta al campo de inmediato, sino que empezó a rodear el estadio, con los aficionados que se la pasaban entre ellos, algunos con una fuerza excesiva. El balón recorrió uno de los fondos y la tribuna lateral antes de que se perdiera entre las cabezas de aficionados locales. El partido había pasado a ser algo secundario, pero la diversión y satisfacción de los aficionados con su equipo era total. Entre todo esto llegó el tercer gol, tras una muy buena definición de Hadouir. Entonces todos esperaban la irrupción del chico de la bandera amarilla que recordaba el resultado para el orgullo de los aficionados locales. Partido cerrado, el NAC ya sólo esperaba la posibilidad de salir al contraataque para marcar el cuarto pero sin arriesgar más de la cuenta.

Una bandera anunciando el resultado recorría el estadio tras cada gol local
Entró Furdjel Narsingh, hermano del jugador del PSV Luciano, que tuvo unos minutos y no vimos a Valpoort, jugador cedido por el Heerenveen, pero ya poco podían cambiar. La imagen del Zwolle tras la expulsión fue algo pobre, incapaz de crear peligro con uno menos, aunque con su primera mitad quedó claro que hay equipo para no descender porque tienen bastantes virtudes: buenas zurdas las de Drost y Achenteh -notable la del segundo a balón parado-, el juego de espaldas de Avdic, las apariciones de Benson desde la segunda línea o el más que correcto partido de Pluim en una posición poco habitual para él. El NAC, por su parte, supo jugar con el partido de cara y vimos lo mejor de Buijs y Gudelj, amos del centro del campo con espacio y tiempo para pensar y ejecutar. Aunque el mejor, de largo, fue Lurling, que empezó jugando de delantero pero que pasó a la banda derecha tras la lesión de Verbeek. Estuvo muy activo por su banda y tiró del equipo en todo momento. Era el jugador más creativo del NAC, el más capacitado para improvisar y hacer algo distinto, como sucedió en la jugada del segundo gol. A sus 35 años sigue pesando muchísimo en uno de los equipos modestos de la Eredivisie.

Con el pitido final, tras no añadirse ni un minuto de descuento, llegó la vuelta de agradecimiento de los jugadores y el regreso a casa. Bicicletas que iban a toda velocidad apartando a los peatones si hacía falta y coches que lucían con orgullo la banderas de su equipo. Satisfacción general del aficionado con el juego de su equipo y con la buena racha que atravisesa el NAC, que se ha visto frenada este fin de semana. Aun así, el estadio se llenará el próximo sábado. Llega el Heracles y habrá descuentos (entradas a 5€) y ofertas para celebrar el Carnaval, con packs para los socios que incluyen hasta cuatro entradas y tres litros de cerveza por 20 euros más. La cerveza, como no podía ser de otra manera, irá en vasos conmemorativos del centenario del club (1912-2012).

Haber dormido muy poco la noche anterior, llegar a casa pasadas las doce de la noche por el retraso del tren e incluso haberse perdido los instantes previos al partido poco importaba una vez metido en la cama. La sensación de haber acudido a ver un partido de liga holandesa lo superaba todo y hacía olvidar que incluso ese partido no había sido la elección inicial. Pura Eredivisie en un duelo que no deja de ser una disputa entre dos equipos muy modestos para alejarse del descenso. A pesar de que cinco o seis equipos peleen por el título, quedan otros doce que también existen y a los que, desde la distancia, sólo podemos ver a través de resúmenes de relativa longitud. NAC Breda y PEC Zwolle son dos de ellos y aunque tengan sus evidentes limitaciones, proponen soluciones. Y como rezaba la carta que acompañaba a las entradas, la que ha abierto este texo, y la propia frase inscrita en el tíquet de entrada, vimos un prettige wedstrijd. Un muy buen partido de fútbol en una ciudad agradable y recomendable.

viernes, 1 de febrero de 2013

La base del futuro peruano

Perú jamás ha estado en un Mundial sub 20. De hecho, la última vez que la selección quedó entre los cuatro primeros clasificados del Sudamericano de la categoría fue en 1975. No obstante, mañana (domingo) tienen la oportunidad de igualar este éxito tan lejano y además clasificarse por primera ver para la competición más importante del nivel sub 20. Para ello tienen que ganar a la selección chilena de Rabello, Seba Martínez, Nico Castillo y Lichnovsky. Y aunque no lo logren su torneo habrá sido magnífico.

La selección peruana sub 20 ha conseguido formar una generación de futbolistas muy prometedora. Sobre todo en el apartado ofensivo, donde tienen uno de los equipos con mayor cantidad de talento del torneo, con múltiples variantes. Además, varios de sus futbolistas ya han dado el salto al extranjero, por lo que poco a poco se va gestando un equipo de cierto potencial a medio y largo plazo. Una prueba más de que el fútbol de Perú está evolucionando, más allá del éxito que supuso el tercer puesto logrado en la pasada Copa América.

Sin embargo, a la selección peruana se le está haciendo muy largo el torneo y sus jugadores han llegado agostados al tramo decisivo. Edison Flores (Villarreal B) y Benavente (categorías inferiores del Real Madrid) son menos desequilibrantes y participan en menor medida en el juego de su equipo. El primero, tiene una muy buena zurda y sabe asociarse bien con sus compañeros mientras que el segundo participa muchísimo en el juego, es más desequilibrante en el regate y quizás es el futbolista más creativo e imaginativo de la plantilla. Ellos han perdido la frescura que mostraron en la fase inicial del torneo, pero por la gran cantidad de jugadores que Perú tiene para dicha zona del campo siempre hay alguno que destaca y lo intenta compensar si ellos no están acertados.

Por ejemplo, Polo, Reyna y Deza son atacantes rápidos y hábiles que aportan profundidad. Además, cada futbolista tiene sus características particulares y aporta distintas virtudes. Deza es un segundo punta explosivo pero demasiado individualista, ya que a menudo abusa conduciendo el balón durante demasiado tiempo. En cambio, Andy Polo también aporta velocidad, pero partiendo desde la banda derecha. En este torneo ha jugado más cerca de la línea de banda que de la frontal del área. Otro tipo de velocidad aporta Reyna, que ha jugado la mayoría de partidos como hombre más adelantado y que hace estragos en las defensas con sus desmarques de ruptura. Además, sabe usar muy bien su cuerpo para proteger el balón y forzar faltas. Un perfil distinto al de Bulos, que es más corpulento y menos móvil, un rematador de área de los de siempre.

Todos estos jugadores han tenido su momento, aunque Andy Polo y Bulos han sido los que peor rendimiento han dado. Por detrás tienen a Guarderas y Cartagena como fieles escuderos, e incluso a Hinostroza, un centrocampista de buen trato de balón, bastante hábil, y que también ha jugado varios partidos en la banda derecha. Su entrada en esa posición garantiza mayor posesión de balón y más pausa para un equipo que suele ser bastante vertical y directo en su juego. También hay que destacar el magnífico torneo de Guarderas, el pilar en el centro del campo. Se coloca bien, cualidad que le permite robar y ganar bastantes balones, y tiene una zurda exquisita. Sus pases en profundidad suelen ser precisos y si él aparece a menudo Perú suele estar bien.

No obstante, no todo son virtudes y la defensa flojea. Perú ha concedido demasiado atrás y ahí ha perdido bastantes puntos, ya que es un equipo menos fiable que Uruguay o Paraguay. Gómez es un lateral de buenas condiciones que se incorpora bien al ataque y Tapia es un portento físico de gran zancada, pero dos años menor que los demás. El portero Campos también está haciendo un buen torneo, pero deja algunas dudas en los balones aéreos. Colectivamente los atacantes no siempre ayudan y eso complica las tareas de contención. Cuando Perú se ha ido echando hacia atrás con el marcador a favor y ha dejado de presionar arriba ha sufrido más de la cuenta.

Así llega Perú al partido decisivo de mañana, en el que se juega clasificación ante Chile en un duelo directo en el que sólo le vale ganar (domingo, 21:30h). Pero el éxito de esta selección no debería depender de este encuentro. Perú acabó la primera fase como líder de un grupo difícil, por delante de Brasil y Uruguay, y tiene una plantilla con más talento que Paraguay, que quizás acabe alzando el título. El Sudamericano sub 20 tiene que sentar las bases para una generación ilusionante a medio y largo plazo. Y si el premio es su presencia en el Mundial sub 20, mejor, porque le daría aún más vuelo a este equipo. En cualquier caso, del trabajo bien hecho acabarán obteniendo réditos. Y más si los jugadores son buenos, como en este caso.